La formación docente, en el marco de aplicación de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información (NTIC´s) debe abordar el contexto y la cultura al integrar la tecnología del plan de estudios, la visión y liderazgo que constituye el componente esencial para que la planificación e implementación de la tecnología en los programas de formación sea exitosa, el aprendizaje permanente que enfatiza que no termina con la educación formal y la planificación y administración del cambio, que surge como consecuencia de la realidad cambiante, acelerado por la propia tecnología.

Las competencias en la aplicación de las NTIC´s en la formación docente deben organizarse en cuatro dimensiones: pedagógica, centrada en la práctica instruccional de los docentes y en su conocimiento del plan de estudios, que implica el conocimiento de las aplicaciones de las NTIC´s en la enseñanza y aprendizaje de espacios curriculares específicos o disciplinas de conocimiento, y no como herramienta para continuar empleando formas tradicionales de enseñanza; colaboración y trabajo en red, enfatizando el potencial comunicativo de las NTIC´s para extender el aprendizaje más allá de los límites del aula, y en sus efectos sobre el desarrollo de nuevos conocimientos y habilidades en los docentes; aspectos sociales y sanitarios para asumir las responsabilidades que implica el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación: códigos legales y morales, derechos de autor, la protección de la salud ante el uso prolongado de pantallas y teclados y ante los riesgos relacionados con la electricidad y otras fuentes de energía; aspectos técnicos, en términos de competencia técnica y disponibilidad de la infraestructura y el apoyo técnico necesarios para el uso de la tecnología en el ámbito académico.

Pensar la formación docente en medios trasciende el planteamiento de objetivos y dimensiones de formación diferentes y más amplios a los tradicionales instrumentales y estéticos, exige abordar la problemática de las modalidades de formación más adecuadas e insistir en la necesidad de que la formación del profesorado en medios y nuevas tecnologías se aborde desde perspectivas diferentes a los tradicionales cursos prácticos del manejo de las máquinas.